Una buena forma de iniciarse en la expresión corporal es imaginar que estamos en un escenario, donde actuamos y danzamos comunicando con todo nuestro cuerpo.
Por medio de la expresión dramática podemos transmitir sentimientos y emociones, además de representar situaciones de mundos reales o imaginarios donde se pone en juego toda nuestra capacidad de interpretación y creatividad.
Para comenzar en el mundo del teatro es recomendable realizar variados tipos de actividades que permitan desarrollar en nosotros nuestro potencial dramático e interpretativo. Estas son algunas sugerencias que podrían ser útiles.
Ø La declamación: prueba con frases simples (regresa pronto, es muy tarde - ¡Preparen! ¡Apunten! ¡Fuego! - Atiendan, por favor - Te digo que te calles - ¿Estaban todos? - ¿Han llegado los invitados?) con distinta entonación, sentimiento y contexto.
Ø Poesías para seguir con mímicas: se trata de poesías que permiten utilizar mímicas mientras se declaman. Lo fundamental es integrar los movimientos de manera natural.
Ø Juego de espejos: en parejas, uno hace de espejo y otro se mira. Luego se alternan los papeles. La idea es imitar los movimientos del compañero.
Ø Juego del cine: un grupo o un solo niño representa con mímica el título de una película o serie, mientras el resto lo adivina.